De Atlas de Morfotipos de la Megafauna Abisal del Archipiélago Revillagigedo
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Phylum Porifera

Las esponjas son los organismos acuáticos multicelulares más primitivos y simples que se conocen y es un grupo clave para entender la evolución de los metazoarios. En esencia, una esponja es una agrupación de células que funcionan juntas, pero con poca integración y control de sus actividades celulares. Una de las células típicas de las esponjas son los coanocitos, células flageladas que se encargan de crear el flujo interno de agua, de atrapar y digerir las partículas de alimento, de absorber el oxígeno y de expulsar sustancias de desecho. No obstante, su gran éxito se debe probablemente a que poseen un tipo de células llamadas arqueocitos, con una habilidad única en el reino animal ya que tienen la capacidad de transformarse en cualquier otro tipo de célula que la esponja necesite, además de servir como un sistema único de reparación celular [1].

Los poríferos (esponjas) son organismos sésiles, a excepción de su larva libre nadadora o reptante; habitan todos los ambientes acuáticos. Por lo general se fijan sobre un sustrato, duro o blando, en algunos casos bajo rocas, en cuevas o raíces de mangle. Forman una parte importante de los arrecifes de coral. Tienen una amplia distribución geográfica, la mayoría vive en aguas marinas y en menor grado se encuentran en agua dulce (esteros, lagos, lagunas y ríos). Estos organismos pueden vivir desde la zona intermareal hasta la zona hadal (8, 800 m) y en todas las latitudes, desde los trópicos hasta los polos [2].

Las formas de las esponjas pueden ser muy diversas, desde tubulares, esféricas, ramosas, vasiformes hasta incrustantes y con una amplia variedad en gama de colores. Las esponjas muestran un alto grado de variabilidad morfológica intraespecífica, influenciada por las características ambientales y como respuesta las esponjas cambian sus morfotipos, coloración y frecuentemente pierden sus caracteres estructurales. Tal versatilidad hace que sus caracteres morfológicos sean muy subjetivos y por tanto su taxonomía sea difícil [2]. Este diseño estructural, aunque aparentemente simple, les ha permitido sobrevivir a muchas crisis y extinciones durante los últimos 600 millones de años [1].

Clases identificadas

Referencias

  1. 1,0 1,1 Carballo, J. L., Gómez, P., y Cruz-Barraza, J. A. (2014). Biodiversidad de Porifera en México. Revista mexicana de biodiversidad, 85, 143-153.
  2. 2,0 2,1 Fernández, M. y Rivas, G. (eds.). (2018). Niveles de organización en animales. México: UNAM. 444 pp.